Reunidos en una
Asamblea de Notables, integrada
por príncipes, grandes nobles y altos dignatarios
eclesiásticos,
los dos grupos
privilegiados se opusieron frontalmente a las pretensiones
de Calonne y solicitaron al rey la convocatoria
de los
Estados
Generales, una asamblea en la que también
tenía representación el Estado Llano.